El origen de este plato se remonta a la cultura sefardí, cuando tanto judíos, como musulmanes y cristianos convivían en paz, compartiendo costumbres y conocimientos. El cordero era una de las carnes más consumidas por la cultura sefardí, al igual que la musulmana, pues ambas no consumen cerdo y era habitual que criaran corderos, patos, pollos, elaborando con su carne sabrosas recetas que han llegado hasta nuestros días.
![]()
Publicado el por
Maika
Personas: 4 |
Ingredientes
|
Se prepara un majado de ajo, perejil picado, una cucharada de pimentón, sal y aceite, todo machacado en el mortero, con el que se va a untar la carne, que dejaremos reposar toda la noche.
En una cazuela se fríen los ajos y la cebolla cortada muy fina, antes de que empiece a dorarse agregamos una hoja de laurel, una ramita de tomillo, o una cucharadita de tomillo molido, otra de romero, y media de pimienta blanca molida. Por último, añadimos la almendra machacada previamente en el mortero.
A parte pasamos los filetes de cordero por harina y ponemos a freír hasta que estén dorados y los pasamos a la cazuela del sofrito. Añadimos un vasito de vino blanco y otro de agua y se deja cocer a fuego lento durante 40, removiendo de vez en cuando para que no se agarre y la salsa vaya ligando.
Por último, probamos la salsa y rectificando de sal y estará listo para servir.