Hoy vamos a hacer una receta de croquetas de verdura. Una forma divertida y exquisita de comer verdura que resulta deliciosa e ideal para niños a los que les cuesta comer vegetales. Para que las croquetas sean más nutritivas, utilizaremos harina integral para la bechamel, ya que la mayoría de las vitaminas y beneficios del grano se pierden con el proceso de refinado. Además, para la bechamel usaremos bebida de avena, evitando problemas provocados por la intolerancia a la lactosa.
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Publicado el por
Maika
Personas: 4 |
Ingredientes
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Lo primero que vamos a hacer es limpiar las verduras y partirlas en trozos pequeños, poniendo a freír en una sartén con aceite, añadiendo primero la zanahoria y el pimiento, que son los que más tardan el pocharse.
A continuación añadimos el calabacín, la cebolla y el ajo. Una vez fritos, apartamos y batimos levemente con la batidora, para que no queden trozos grandes, pero que no quede demasiado pasado y aporte textura.
Volvemos a poner la verdura triturada en la sartén, con un chorro de aceite, y añadimos la harina poco a poco, dando vueltas con una cuchara de palo para que se vaya mezclando todo bien. Vamos añadiendo la bebida de avena y removiendo poco a poco, poniendo sal al gusto. Cuando la mezcla adquiera consistencia y se separe de las paredes de la sartén al remover, apagamos el fuego y la dejamos enfriar. Yo recomiendo dejar en el frigorífico toda la noche y dar forma a las croquetas al día siguiente.
Para hacer las croquetas, cogemos una cucharada de masa y la ponemos en un vaso en el que habremos puesto tres cucharadas de pan rallado y agitamos formando círculos, con los que nos quedará una bola recubierta de pan rallado lista para freír en aceite o congelar y guardar para otro día que no tengas tiempo de cocinar. Podemos aplastar la bola hasta darle forma alargada de croqueta tradicional.